Ahora en plenas Navidades los peques disfrutan de sus vacaciones en casa, y como consecuencia tienen mucho más tiempo para conectarse a Internet y pasar horas frente a pantallas. Bien sea de móvil o de ordenador. El mal uso del mundo digital afecta a la salud física, mental, sexual y social. En la infancia y adolescencia también afecta al neurodesarrollo y el aprendizaje.
Las pantallas indudablemente afectan a su salud y hoy queremos explicaros las 10 consecuencias más comunes en su uso excesivo en menores, definidas por el plan digital familiar de la Agencia Española de Protección de Datos junto a la Asociación de Pediatría Española.
10 consecuencias del uso excesivo de pantallas en la salud de los niños
1. Afectan a su calidad del sueño
Ya que excitan y afectan a su descanso, corriendo un mayor riesgo de dormir menos horas, además de un sueño menos reparador.
2. Pueden ayudar a fomentar la obesidad
Como consecuencia del sedentarismo que puede generar el uso excesivo de pantallas disminuyen su actividad física y en líneas generales tienden a ingerir alimentos más calóricos y menos saludables.
3. Fatiga visual como consecuencia de las pantallas
La exposición prolongada o habitual provoca fatiga visual y como consecuencia se pueden producir inicios o empeoramiento de miopía y presencia de ojo rojo, picor y lagrimeo.
4. Dolor de espalda
Cuando usamos pantallas, todos solemos caer en el error de adoptar malas posturas que generan dolores de espalda y cervicales, así como de articulaciones.
5. Ansiedad
El uso excesivo de pantallas también puede provocar ansiedad y alteraciones del comportamiento por sentir la necesidad de estar conectados y tener dificultades para aceptar limites de los adultos.
6. Disminución de la atención
¿Cuántas veces has intentado hablar con tus hijos o hijas sin éxito? Las pantallas también tienen ese poder de atracción que hace que nos evadamos de todo sin escuchar lo que ocurre a nuestro alrededor.
7. Impulsividad generada por las pantallas
El hecho de que las pantallas les respondan automáticamente a todas las cuestiones, problemas o preguntas que planteen hace que aumente el riesgo a ser más impulsivo, provocando la disminución de la capacidad de espera. Todo tiene que ser ya.
8. Aislamiento social
El individualismo que caracteriza al uso excesivo de pantallas puede afectar a cómo una niña o niño se relacione con su entorno, no solo por su uso excesivo; sino también por el riesgo a una elevada comparación social.
9. Conductas de riesgo
Si además de usar las pantallas en exceso, consumen contenidos que no son adecuados para su edad, esto puede repercutir en conductas sexuales demasiado tempranas y además de alto riesgo.
10. Alteración en el aprendizaje
Las pantallas usadas en exceso también pueden afectar a su capacidad de aprendizaje, así como a su neurodesarrollo.
Como ves las consecuencias son muchas y muy importantes. De modo que limita el uso de pantallas todo lo que puedas, lo cual no quiere decir que prohíbas su uso, pero su control es importante para su salud y desarrollo.