> Actualidad
En las últimas semanas se han publicado noticias acerca de dispositivos inteligentes o aplicaciones que “espían” a sus propietarios o usuarios.
El concepto espiar puede ser muy amplio. Se podría entender que literalmente éstos de forma proactiva espían, es decir ‘Observar atenta y disimuladamente lo que dice o hace alguien por algún interés o al servicio de otra persona, para conseguir información secreta o para descubrir algo;(…)’. O bien, que dada su tecnología y la poca atención o interés que ponemos los usuarios, pueden llegar a espiar.
> ¿De qué estamos hablando?
La cuestión aquí es analizar cómo funcionan estos dispositivos o aplicaciones. Debemos conocer su funcionamiento para saber si efectivamente espían o pueden hacerlo. Y, además, se deberá analizar los principios que deberían cumplir para funcionar de forma legítima.
Hoy en día prácticamente toda máquina puede ser inteligente. Es decir, que, bajo unas funcionalidades técnicas, pueda actuar de forma autónoma.
En cuanto a las APP, la mayoría intentan abarcar el máximo de utilidades para dar multitud de servicios. Para ello, en gran parte de los casos, acceden hasta el fondo de las entrañas de nuestros dispositivos.
> Los dispositivos inteligentes
En los últimos días se ha hablado de electrodomésticos inteligentes, como neveras o aspiradoras, auricularesinalámbricos que quieren saber qué música escuchas, asistentes de voz que aprenden cuando les hablamos, aplicaciones que siguen funcionando en segundo plano aún después de ser borradas, etc.
Sin duda la inteligencia artificial nos va a aportar más ventajas que inconvenientes, pero y si nos paramos a pensar un momento.
> Funcionamiento de los dispositivos inteligentes
Todo dispositivo llamado ‘inteligente’ tiene alguien detrás que lo maneja. Si tú le dices qué comprar a tu nevera y esta te hace caso, como todo ordenador, almacenará esta información en una base de datos que alguien (una empresa) gestiona.
Si tu tienes un dispositivo inteligente en casa que te escucha para después poder darte respuestas, quién te asegura que no te escucha también cuando no quieres.
Se debe tener en cuenta que detrás del dispositivo hay la empresa del mismo dispositivo, los desarrolladores de la app que permite utilizar o ampliar sus funcionalidades, terceros con funciones de almacenamiento de las bases de datos (servidores), etc.
Muchos actores participando del acceso a nuestros datos personales.
> ¿Qué hacer como consumidores?
Como consumidores debemos hacernos algunas preguntas antes de descargar o adquirir alguno de los dispositivos comentados.
- ¿Voy a poder controlar mis datos e información personal?
- ¿Tengo toda la información acerca del tratamiento de mis datos y su seguridad?
- ¿He comprobado que sólo las opciones que deseo sean las activadas?
Es importante leer las condiciones para ser conscientes de que las decisiones que tomemos van a tener consecuencias sobre nuestros datos.
> ¿Qué deben hacer los fabricantes y desarrolladores?
Crear productos pensando en la privacidad desde el diseño es un buen comienzo.
Tener en cuenta qué datos van a ser necesarios, si se van a ceder a terceros, qué tratamientos requerirán consentimiento es imprescindible.
Informar con todo detalle al consumidor de todos los usos y funcionalidades que tiene el producto es necesario para cumplir con la ley.
No decidir por el consumidor, permitir que elija qué funcionalidades activar es necesario.
> Conclusión
La respuesta a ¿los dispositivos inteligentes nos espían? es, que pueden hacerlo. La comunicación va en ambas direcciones y lo más valioso que hay hoy en dia es la información, los datos.
Cada día más, buscamos la personalización, las cosas hechas a medida. Si un dispositivo me contesta lo que quiero oir mucho, mejor. Si filtra mis preferencias porque ya me conoce, mejor.
Todas las facilidades que nos dé la tecnologia son positivas, pero no perdamos de vista el valor de la vida privada.