El uso de las redes sociales se ha vuelto una práctica cotidiana en los últimos tiempos. Son muchos los que cuando andan por la calle lo hacen mirando el móvil, o cuando suben a un transporte público, en clase, etc. Y aunque cada uno es libre de hacer el uso que considere de las redes sociales, a veces el uso que hacemos es desmesurado.
Hacer un buen uso de las redes sociales es esencial para proteger nuestra intimidad, seguridad, privacidad y también la de los que nos rodean. Es por esto que conocer las recomendaciones sobre el tipo de contenido que se debe subir en las redes sociales puede ayudar a mejorar las prácticas en este ámbito.
¿Cómo registrarse y qué publicar?
Cuando nos registremos en una red social, será vital controlar la información que queremos dar. Para darse de alta en redes sociales, a veces se solicitan muchos datos personales aunque no todos son obligatorios. Por ello, será importante ser restrictivos a la hora de proporcionar esta información y limitarnos a la que realmente sea necesaria para registrarse.
A la hora de publicar en redes, es recomendable, como en todo, pensar antes actuar. Valorar por un momento las consecuencias de publicar cualquier información en una red social seguro que nos puede evitar algún inconveniente. Por tanto, debemos analizar qué es aquello que realmente queremos proyectar con nuestras redes y por tanto, que queremos que los demás sepan de nosotros.
No publicar más información de la necesaria es la máxima que todos deberíamos tener siempre presente. De antemano, pero, podemos considerar que hay cierto tipo de información que no se debería publicar nunca en los perfiles, ya que comprometen gravemente la privacidad:
- Datos personales
- Contraseñas
- Datos bancarios
- Teléfono móvil
- Planes para las vacaciones
- Comportamientos inapropiados
- Insultos
- Ideologías
- Datos médicos o sobre salud personal
¿Quién puede ver lo que publico?
La información que uno sube en las redes sociales puede ser vista por terceras personas sin ni siquiera darnos cuenta. Muchas veces no se hace una buena gestión de los filtros de privacidad. Y aunque deberían estar por defecto en el máximo de privacidad, si no nos fijamos podríamos estar compartiendo información con personas de todo el mundo con las que no tenemos ninguna relación.
Compartir información en redes no es malo. Sin duda es una decisión personal. Pero es importante que sea una decisión con conocimiento de todas las opciones y consecuencias. Por tanto, para que solo acceda a quien tú quieras en tu información es vital revisar las opciones de configuración de cada red social. De esta manera, uno podrá tener controlado los aspectos de privacidad y seguridad.
Los principales elementos que según la Agencia Española de Protección de Datos (enllaç a web de l’agencia) deberíamos tener en cuenta son los siguientes:
- Conocer quién tiene acceso a tus publicaciones
- Saber quién te puede etiquetar
- Analizar si tu perfil está visible a los buscadores de Internet
- Conocer la geolocalización de las publicaciones.
Conclusiones
Muchas veces olvidamos que nuestra reputación personal está unida a nuestra reputación digital. Aunque parece que a través de las redes sociales podemos ofrecer una visión distorsionada de nuestra realidad, siempre hay que prestar atención a los riesgos que esto pueda entrañar. Antes de publicar información personal en la red, pues, es necesario que nos planteamos qué queremos compartir y con quién.