Si tienes hijos, sabrás lo insistentes que son a la hora de pedir teléfono móvil. Y de esa insistencia surge la preocupación de los padres por protegerlos, ya que en el momento en que decidimos que ya es momento, les damos acceso a gran cantidad de información, relaciones y contenidos de los cuales hay que protegerlos. Hoy hablamos sobre 8 puntos clave sobre seguridad con el móvil para niños. Esperamos que te sirva.
8 claves sobre seguridad con el móvil para niños
1. Planifica la llegada del teléfono móvil
Niños, niñas y adolescentes manejan la tecnología desde que son muy pequeños, pero no siempre son conscientes de los riesgos a los que pueden exponerse. Cuando decidimos que es el momento de que tengan móvil, les damos la posibilidad de acceder a una gran variedad de información, relaciones y contenidos. Por eso, antes de tomar esta decisión es importante valorar su grado de madurez en función de su edad. Te recomendamos que hagáis una especie de contrato con normas de uso, de forma que se establezca un compromiso por ambas partes.
2. Supervisa y pon normas y límites
Sus prioridades deben quedar claras. De manera que el móvil no les quite tiempo de otras actividades clave en su desarrollo como dormir, estudiar, jugar, etc… Asignar unas horas determinadas para usarlo funciona bien si se cumple. Así como prohibir su uso en el colegio, y a las horas de comer y estudiar.
Al principio puedes ayudarte de algún software de control parental, pero no te relajes, en tu mano está la mejor supervisión. Ten en cuenta que un bloqueo excesivo puede ser contraproducente. Mantén abierta la posibilidad de desbloquear contenido de interés y apropiado para su nivel de madurez, y acuerda con ellos los filtros, restricciones y tiempos.
3. Cuidado con las redes sociales
Aunque hay que ser cauteloso con el acceso a Internet en general, en el caso de las redes sociales la seguridad debe agudizarse, dado que además de acceder a contenidos que pueden no ser adecuados para ellos, entran a establecer conversación con otras personas. Así que toma nota de estos 4 puntos básicos:
- Guíales en las redes sociales, cuáles pueden utilizar y cuáles no.
- Conversa sobre los peligros que se pueden encontrar en internet y las redes sociales y sobre el manejo de sus datos, que quizás pueden ver más personas de las que esperan.
- Configurad juntos el perfil de la red social para que no todo el mundo pueda ver lo que se publica.
- Escoged qué información del perfil es pública y qué usuarios pueden acceder a ella estableciendo distintos niveles de privacidad.
Igualmente, en cada publicación que se haga en una red social, enséñale a configurar quién puede verla. Ten en cuenta que los menores de 14 años necesitan tu consentimiento para darse de alta. Asegúrate de que solo se incluyen los datos estrictamente necesarios para completar el registro y no utilicéis su nombre verdadero sino un nick o apodo.
4. No todos los videojuegos valen
El dispositivo que más se usa para jugar es el móvil. Los videojuegos ofrecen entretenimiento, socialización y aprendizaje. La mayoría ya no son una fuente de ocio solitaria sino conectada con otras personas, lo que conlleva las ventajas y riesgos de las redes sociales y, por lo tanto, aplicar las mismas precauciones.
Ofréceles juegos adecuados a su edad y madurez. No todos los videojuegos suponen el mismo grado de exposición a contenidos inapropiados (violencia, sexo, lenguaje ofensivo, etc.). Acompañarles en su vida digital también significa supervisar a qué juegan, cuánto tiempo le dedican y cómo se comportan.
5. Conoce con quién hablan
¿Con quién juegan? ¿qué contactos tienen en sus redes sociales? ¿a qué personas siguen? Respetando su privacidad, interésate por estas cuestiones. Enséñales a no compartir información ni fotografías personales con desconocidos, ya que puede llevar
a situaciones de ciberacoso, chantaje o grooming. Es muy importante también que no acepten ni añadan como contacto en ninguna plataforma o servicio a personas a las que no conoce en la vida real.
6. Estimula su sentido crítico
Antes de publicar en redes o reenviar fotos, vídeos o audios en los que aparecen otras personas, deben asegurarse de que la otra persona está de acuerdo con que se haga. No deben difundir información sobre otras personas por internet sin su consentimiento. Tampoco deben crear o difundir informaciones falsas o mal intencionadas. Explícales las posibles consecuencias de lo que se envía o se publica. Lo que hoy parece algo simpático o una buena idea puede tener consecuencias impredecibles.
7. Garantiza un espacio de desconexión
Comparte con ellos la necesidad de tener momentos libres de tecnología para toda la familia que permitan el acceso a otro tipo de experiencias que beneficien su desarrollo,o simplemente porque necesiten estar concentrados en sus estudios o su descanso. Fijadlos de mutuo acuerdo para evitar el uso problemático y adictivo a las pantallas y aprovechad para generar relaciones personales positivas.
8. Observa cómo se siente en su vida digital
Identifica de manera temprana cualquier situación que esté afectando a su bienestar físico y mental. Presta atención a sus emociones, especialmente a cambios de humor o reacciones fuera de lugar tras períodos de uso intensivo. Estos comportamientos nos pueden revelar otros problemas que, no siendo causados por la tecnología, se manifiesten en su interacción. Conversa y mantén tu interés en su experiencia digital. Y si crees que es necesario consulta con profesionales sanitarios y educativos y expresa tus dudas.